Los lugares de Marruecos que visité y algunos que no
Es un poco fanfarrón que yo hable de los lugares de Marruecos.
Tengo muy claro que no conozco Marruecos más que para hablar un poquito de lo que vi.
Sobre todo, de lo que sentí, de lo que viví.
El viaje fue de once días en camper, en grupo, e hice un trayecto circular de 2.200Km que me permitió hacerme una idea, pero no un conocimiento pleno.
Así que aquí te hablaré de lugares que conocí y de alguno que no conocí y están en mi lista de pendientes.
En los libros que comenté en anteriores post hay rutas más detalladas que procuraré hacer en el futuro.
Si vas a viajar por libre te recomiendo coger guías en todas las ciudades grandes ya que los hay muy baratos y aprovecharás mucho más tu experiencia.
Algunas cosas como paseos en camello, rutas en 4×4, un hammam marroquí, cordero asado lentamente, etc. Vale la pena que no los omitas.
Tánger
Estuve allí en 2023 y fue mi primer contacto con Marruecos. Resumí esa primera experiencia en un video, en una peliculita de unos 20 minutos donde hablo poco y pretendo que vivas algo parecido a lo que yo viví. Esa fue la visita que me hizo programar para 2024 una más larga.
Tánger MED
Es un puerto aduana moderno donde entran y salen autobuses, camiones y vehículos de todo tipo, centro de importaciones y exportaciones de Marruecos. Allí desembarcamos los campers y auto caravanas que íbamos a hacer el viaje juntos. Pasamos los trámites de aduana como ya describí en anteriores post e hice el papeleo.
Ruinas romanas
Entre Tánger Med y Chefchauen está el centro de ruinas más importante de Marruecos. Volubilis. Yo no lo visité así que queda pendiente para mi próximo viaje a Marruecos.
Chafchaouen
En las montañas del Rif es un pueblo único. La ciudad azul. Tiene dos nombres Chef Chauen y Chauen y parece que hacen referencia a los picos de los montes cercanos. El color azul de la mayor parte del pueblo no se sabe exactamente de donde viene así que unos dicen que es para evitar los mosquitos y otros de un origen hebreo. La cuestión es que no dejarás de encontrar motivos para hacer fotos muy bellas.
La medina o ciudad vieja es un escenario azul, la plaza principal, Uta el-Hammam tiene una tienda de pan que te recomiendo, una de venta de SIMs que también te recomiendo y también unas terrazas estupendas donde tomarte un té con pastas. Yo lo hice en la denominada Ali Baba.
Date una vuelta y verás los lavaderos y sobre ellos una ruta senderista que te llevará a miradores desde donde podrás fotografiar toda la ciudad. De camino pasarás por el bar Terrassa que como curiosidad cuando pides leche la ordeñan de la cabra allí mismo. De camino verás también el hotel Barcelona.
También podrás visitar la alcazaba, de pago, toda la ciudad está amurallada.
Cerca puedes visitar las cascadas de Akchour. Yo no las ví y están añadidas a mi lista de pendientes.
Fez
En Fez vas a conocer lo que es un zoco de verdad. Trescientos barrios y nueve mil callejones en la medina la hacen imposible para casi todos. Si te pierdes pregunta por la “Puerta azul” que es por donde se suele entrar. Aquí, antes de entrar a la medina hay oficinas de cambio donde podrás cambiar a buenos precios.
Vive los olores, los colores, fotografíalo todo.
Además de la Puerta azul puedes visitar la Madraza Bou Inania, que es una escuela coránica, y casi frente a ella verás un edificio con doce ventanas que era un reloj de agua ahora averiado.
En la Plaza Seffarine puedes ver artesanos del metal trabajándolo.
El museo Nejjarine era un caravasar, una posada de caravaneros, ves a verla y si puedes sube a la terraza.
Y claro, todos los turistas van a ver las curtidurías de Fez. Con terrazas gratuitas a los pozos donde limpian, tintan y preparan las pieles. El olor suele ser fuerte por lo que te dan ramitas de menta. Si vas a comprar bolsas de viaje, bolsos de mujer o cualquier objeto de cuero este es un buen sitio. Chouwara es la curtiduría más famosa de Fez.
Meknes
No lo visité, pero es el segundo gran yacimiento romano de Marruecos. Allí se han utilizado restos romanos, columnas, por ejemplo, en edificios árabes posteriores y claro, queda pendiente para mi próximo viaje. Seguí camino al bosque de cedros y pasé por la ciudad de Ifrane que es la suiza de Marruecos, aeropuerto, pistas de esquí, casas muy suizo-europeas y coches muy caros.
Bosque de cedros de Azrou
La ruta de este viaje de campers y auto caravanas continuó atravesando el Atlas y visité el bosque de cedros de Azrou. Allí hay varias tiendas de artesanos y también vendedores de cacahuetes y tomates cherry para dar de comer a los monos de Berbería que habitan en la zona. Estos monos son de la misma clase que los de Gibraltar, monos de Berbería. Esperan tu comida y desprecian la que no les apetece. Como los de Gibraltar pueden quitarte cosas que les llamen la atención como las llaves y luego trepar a los árboles. Cuidadín.
Puedes pernoctar en este lugar, no tendrás servicios, pero el lugar es maravilloso.
Valle del Ziz
No dormí en el bosque de cedros sino en un camping del valle del Ziz donde me sorprendió un inmenso palmeral de más de cien kilómetros de longitud. Hay un mirador, el de la Jaima donde hay varios puestos de venta de dátiles muy buenos y a buen precio. Pasé por Errachidia una pequeña ciudad muy bonita pero no visité los oasis cercanos.
Rissani
Si quieres conocer un mercado tradicional marroquí para autóctonos y no para turistas Rissani te ofrece uno con esas características. Verás puestos e fruta y verdura, especias, ganado y todo tipo de cosas en el mercado de Rissani. No compré una cabra ni un camello, pero sí té con menta, antiinflamatorios y estimulantes naturales, a cada edad sus cositas.
Merzouga
Las dunas, el desierto de Erg Chebbi, una experiencia inolvidable. Vas a descubrir cosas nuevas y vivir experiencias diferentes. Aquí vas a poder conocer nómadas autóctonos, bereberes que te acogerán en sus pequeñísimos poblados y te ofrecerán té y pastas o dátiles, podrás hacer rutas en 4×4 o buggy de alquiler. Podrás pasear con camello, coger arena, finísima del desierto y ver amanecer o anochecer en las dunas.
Y si quieres podrás comer la pizza bereber y otras delicias y alquilar una jaima en uno de los increíbles y lujosísimos campamentos en medio de la nada del desierto donde pasar una noche viendo las estrellas como nunca.
Casas de adobe y algún museo sorprendente como el de los coches del rey también los podrás ver. No dejes de cenar en un lugar donde los bereberes te ofrezcan su música, cantos y bailes.
Fezna
Aquí puedes ver como canalizaban bajo tierra el agua, como la extraían y la aprovechaban al máximo. Durante tu camino ya habrás visto que en Marruecos la red hídrica es extensa y enorme. Cuando los árabes dominaron la península ibérica establecieron regadíos extensamente y aún funcionan. Aquí puedes ver algo muy similar al tribunal de las aguas valenciano, pero en formato árabe.
La península ibérica fue romana durante seis siglos y árabe durante ocho siglos.
Gargantas del Todrá
Hablando de agua si el territorio marroquí fue hace muchas eras el fondo del mar y por eso hay tantos fósiles, posteriormente el agua fue excavando la roca creando valles, verdes como el palmeral que vimos antes pero también gargantas. La del rio Todrá es espectacular, con paredes de más de cien metros de alto y el surgimiento como de la nada del agua donde nace el rio.
La ruta de las mil kasbahs
Un Ksar es una aldea fortificada y una Kasbah es una casa fortificada. En mi ruta hacia Marrakech reseguí en parte esta ruta de las mil kasbahs y me detuve en la kasba Amridil y en el ksar Ait Ben Haddou.
La kasba tiene visita guiada muy interesante para conocer cómo se vivía desde tiempo inmemorial y el Ksar te ofrece unas vistas impresionantes.
Ni que decir de los millares de fotos que puedes hacer en ambos lugares.
Hacia Marrakech
De nuevo crucé el Atlas. Esta vez pasando por el puerto más alto del norte de África, el Tizi N’Tichka. También crucé la ciudad de Ouarzazate que es un centro cinematográfico con todo tipo de industrias relacionadas con el cine y la arquitectura efímera. Tiene platós de cine que junto a los escenarios reales de la ruta de las mil kasbash han sido filmados en películas y series que seguro conoces.
Disfruté de paisajes fantásticos, de los montes nevados y de puestos de artesanos donde comprar productos como la Tajin cerámica para cocinar en mi casa. Hay libros de recetas en castellano en las librerías de la península.
Marrakech
Sí, la ciudad de todas las películas como mi elogiada “The Way” del Camino de Santiago. La ciudad de todos los turistas. La ciudad que vive en gran parte por y para los turistas.
En el futuro, cuando tengas “morriña” de Marruecos siempre podrás coger un vuelo muy barato desde cualquier gran ciudad a Marrakech y hospedarte muy bien de precio en un Riad pasando un estupendo fin de semana allí.
Marrakech es más sencillo que el caótico Fez. Aquí todo confluye en la plaza central, Jemaa el-Fna. Nadie se pierde. Eso sí, las motocicletas circulan entre peatones a todo trapo y te has de ir apartando. El regateo llega a su máximo esplendor. Hay hammams baratos donde te dejarán la piel como la de un bebé y te soltarán de todas las tensiones del cuerpo.
Tiendas a tope. Cosméticas con todo tipo de substancias, algunas incluso libidinosas, telas hiladas a mano, cueros, lámparas, objetos metálicos. Marrakech tiene de todo y todo enfocado al turista.
Se pueden ver tantas cosas que solo te voy a mencionar las principales porque sería interminable.
La plaza Jemaa el-Fna que va cambiando durante el día.
Si con luz es un mercado de fruta, zumos (no beber), cosméticos, paradas de animales como monos, cobras, cabras, que te dejan fotografiar a cambio de una propina. Pero también de vendedores de dientes humanos, colonias como “Intonio Vanderas”, agua (no beber), personajes que se van a hacer selfies contigo, también a cambio de propinas como los ornamentados aguadores mismamente.
Con el atardecer estos puestos desaparecen y en su lugar todo el espacio se convierte en un enorme restaurante con paradas numeradas que te ofrecen todo tipo de comida y se pelean entre ellos a la búsqueda de clientes.
Alrededor de la plaza hay bares y restaurantes con terrazas desde donde podrás fotografiar estos cambios y también una enorme fila de calesas entre la propia plaza y la mezquita Koutoubia, con un almenar idéntico al de Sevilla. En verano la zona de calesas huele a caballo, mucho.
El Palacio de la Bahía. Bellísimo ejemplo que has de ver si o sí.
Las tumbas Saadies. La marroquinería en todo su esplendor.
El zoco y la medina, para perderse con seguro de acabar en la plaza Jemaa el-Fna.
Mejor coge un tour guiado para ver todo esto y más cosas.
Costa atlántica
Si vas por libre y tienes tiempo desde Marrakech se puede ir a Agadir pasando por Taroudant. Esta ruta se denomina la Ruta del Argán y te permite ver playas increíbles. Puedes visitar lugares como Taghazout, el cabo de Chir, Essaouira, Safi, y El Jadida..
Si eres amante del surf esta es tu ruta.
Luego esta ruta sigue por la costa hasta Casablanca.
Casablanca
Yo fui directamente desde Marrakech a Casablanca y con el solo objetivo de visitar la única mezquita abierta a los no musulmanes, el monumento de la mezquita de Hassan II, padre del rey actual Mohamed VI.
Y sí, es una pasada. Enorme, monumental, muestra una riqueza impresionante y además tuve la suerte de ver como se recogía el enorme techo de un montón de toneladas de peso `para dejar entrar la luz natural. Tiene cristales debajo del techo,
Casablanca es la ciudad más grande de Marruecos. Tiene un importante puerto artificial que construyeron y utilizaron los franceses para el intercambio de lana y la propia mezquita de Hassan II tiene la mitad sobre el mar.
Rabat
No estuve en Rabat que es la capital de Marruecos, cuenta con la residencia del Rey, que tiene en casi todas las ciudades otras residencias, es muy antigua por la que también tiene ruinas romanas. Para mi próxima visita está apuntada. Hoy en día es una gran ciudad administrativa.
Asilah
Si estuve en Asilah. Fundada por los portugueses es una bonita ciudad tranquila con una gran playa por la que puedes ver correr jinetes. Parece una mezcla entre una ciudad de vacaciones para gente de Rabat y Casablanca y una villa tranquila con pocos habitantes.
Es una ciudad de artistas y artesanos.
Los frutos del mar y el pescado frito fueron un “must”.
De Asilah conduje hasta Tánger Med donde tomé el ferry de vuelta a la península y me despedí de mis compañeros de viaje de esta maravillosa aventura por Marruecos. Si buscas información para hacerlo por tu cuenta te recomiendo los libros de «Sin código postal» y de «The wow travels» y si buscas agencias de viajes que los organicen mira en los links de mi artículo «Videos de Marruecos«.
Volveré, seguro.
Entre tanto y si quieres te invito a mis videos y a mi instagram.
¡! BUEN CAMINO PEREGRINO ¡!
¡! ULTREIA ET SUSEIA ¡!