La Guarida del Lobo: El Cuartel General de Hitler en Medio del Bosque… y del Lío
¿Dónde Demonios Está Eso?
La Guarida del Lobo de Hitler en un bosque no te da pie a imagínarte a Hitler, amante de la tranquilidad……………… bueno, no. El peregrino turista en Camper va y se aparca en el lugar pagando tanto por una ducha, que ya olia mal, WC, restaurantes, tienda de «souvenirs nazis» y la entrada al parque temático .

La entrada
Pero sí necesitaba un escondite bien fortificado para planear sus movidas más arriesgadas. Y qué mejor lugar que unos bosques en Polonia, cerca de un pueblecito llamado Kętrzyn, en medio de la nada.
Así que en 1940 decidió montar su base secreta, la Guarida del Lobo (Wolfsschanze), porque claro, un nombre discreto no estaba en el presupuesto.

Armamento
¿Qué Había en la Guarida? ¿Una Fiesta?
Pues no. La Guarida del Lobo de Hitler era más bien un fortín de concreto digno de un concurso de bunkers de Real Estate. Entre las atracciones, teníamos:
Bunkers de hormigón con paredes tan gruesas que no había bomba que las hiciera saltar.
Barracones donde Hitler y sus amigos (o lo más parecido que tenía a amigos) se alojaban.
Defensas militares por todos lados: antiaéreas, minas por aquí y por allá, para que nadie pensara en una visita sorpresa sin avisar.

Puestos de guardia
Y todo esto, rodeado de árboles, porque claro, el toque verde no podía faltar. Camuflaje natural para que los aliados no lo encontraran fácil. ¡La versión nazi del glamping, pero sin la parte glamorosa!

Recreaciones en madera
El Cerebro del Mal en Plena Acción
Este era el cuartel desde donde Hitler y sus generales planeaban la invasión de la Unión Soviética, conocida como la Operación Barbarroja. Desde la Guarida, Hitler controlaba las operaciones como si estuviera jugando al Risk, pero con consecuencias mucho más reales y desastrosas.

Exposiciones
Así que sí, aquí se tomaron algunas de las decisiones más importantes (y equivocadas) de la guerra.

Fotos en la guarida
El Día que Casi Lo Logran: Operación Valkiria
Uno de los momentos más tensos en la Guarida del Lobo de Hitler fue cuando en julio de 1944, un valiente coronel alemán llamado Claus von Stauffenberg dijo: “¿Sabes qué? Voy a intentar algo loco”. Colocó una bomba en una reunión con Hitler, esperando acabar con él de una vez por todas.

El Atentado
Spoiler: No funcionó. La bomba explotó, pero Hitler sobrevivió. Claus no lo hizo, pero al menos lo intentó. Lo que sí dejó claro es que la Guarida no solo era buena para guardar lobos, ¡también sobrevivía a explosiones!

Bunkers
Bye, Bye, Guarida
Ya para 1945, las cosas no pintaban bien para los nazis. El Ejército Rojo estaba acercándose más rápido que un coche de rally, así que Hitler y su equipo decidieron salir corriendo. Pero antes de irse, intentaron destruir la Guarida, porque si ellos no podían usarla, ¡nadie más lo haría! Eso sí, la mitad de los bunkers ni se enteraron de la explosión. La construcción de esos años era más sólida que las promesas de un político. Así que ¿adiós? a la Guarida del Lobo de Hitler.

Bunkers en ruinas
Hoy: Un Destino Turístico Explosivo (No Literal)
Hoy en día, lo que queda de la Guarida del Lobo de Hitler es una especie de parque temático de la Segunda Guerra Mundial.

Bunkers por dentro
Los turistas pueden pasear entre los restos de los bunkers, sacarse fotos y aprender la historia, pero ahora en un ambiente mucho más relajado. Nada de bombas, ni Hitler, solo ruinas y mucha curiosidad.

Turista
Y ahí lo tienes, una guarida en el bosque que fue testigo de un montón de decisiones fatales, intentos de asesinato fallidos y ahora, un lugar donde los turistas caminan y dicen “¡Vaya, qué historia!”.
Opiniones de todo tipo como la de la BBC.
¡! BUEN CAMINO PEREGRINO ¡!
¡! ULTREIA ET SUSEIA ¡!